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lunes, 9 de febrero de 2009

Cuentos de pasillo

Si no hay personaje humano, no hay narración, no hay acontecimiento.
Sin embargo en aquel estrecho pasillo, en el que se había olvidado una ventana abierta, entró una rafaga de aire, y en ella un pequeño pamfleto propagandístico arrastrado. Se deslizó por debajo de los estantes agrupados en orden y alineados, delante de cada ventana. Allí debajo de ellos, el papel empujo una pequeña pelusita acumulada de años y años, que infligiendo resistencia, cedió a moverse y terminar en medio del pasillo, ondulando en círculos y de un lado a otro por culpa del viento, que insistia en entrara en aquel desierto rincón de manera pausada y rítmica.
Los pocos muebles y estantes, en antaño verdosos, chirriaban y expresaban su frustación al no haber recibido su merecida jubilación. Uno de ellos cedió a la resistencia de su portezuela y dejó caer las tazas de porcelana al suelo, rompiéndose estan en mil añicos, y atrapando a la pobre pelusita entre sus trozos, dejándola sin movilidad.
La puerta se abria y cerraba al compás del viento y la ventana, marcando una suave melodia, inexistente para nadie, al igual que todos estos pequeños sucesos, pues no abría nadie por allí cerca para haberlos apreciado nunca, de tal modo, que nunca llegarían a ocurrir a ojos de nadie.

3 comentarios:

Jinimaru dijo...

Pobre señora Pelusa, el café la mató -o-U

Cuando ya eres polvo, en que te conviertes al morir? :?

Alicia Roig dijo...

buena pregunta....
pero no estaba allí para verlo Ò_Ó

Jinimaru dijo...

Si hubieses estado se habría perdido la esencia del cuento :/
La cantidad de historias de objetos inanimados que nos estaremos perdiendo...
Deberia crearse un nuevo genero literario al respecto! y no, no sirve la Bella y la Bestia como ejemplo XD